“EL CAMBIO”
El cambio es inevitable y es un factor omnipresente a lo largo de la vida de todos nosotros. El ritmo acelerado de la innovación implica que el único enfoque práctico consiste en adoptar actitudes y emociones que acojan positivamente el cambio y que nos ayuden a adaptar y aprovechar las nuevas formas de hacer las cosas en el ámbito de nuestro trabajo y en el de nuestra vida social.
“ZONA DE COMODIDAD”
Dedicar demasiada atención a nuestra zona de comodidad es una decisión asesina: mata la pasión, el deseo y la motivación para realizar nuestros sueños. Aunque esta exista para protegernos de los pensamientos y sentimientos que percibimos como dañinos e incómodos, tenemos que ampliarla, si con su tamaño actual no sirve para gobernar nuestras vidas.
Actuar es clave; realizar acciones concebidas para que nos vayan acercando hacia nuestras metas y objetivos. Las personas acostumbradas a tener éxito reconocen que su zona de comodidad siempre está presente, pero se han acostumbrado a manejarla.
“LA CREATIVIDAD”
A menudo, la creatividad no consiste más que en encontrar la manera mejor de hacer las cosas: hacerlas más rápido, más eficazmente, disfrutando más, etc.
Cuando tenga ideas y pensamientos verdaderamente interesantes, reténgalos rápidamente, y tenga cuidado con esas frases asesinas del tipo de “esto nunca dará resultado”, que puede eliminar de raíz, nada más nacer, una brillante idea. Utilice las técnicas con las que se sienta más cómodo y cambie de unas a otras según convenga al problema que tenga entre manos. La clave estriba en utilizarlas, ya que el conocimiento no sirve de nada si no se aplica.
Genere tantas ideas como pueda, y seleccione aquellas con las que pueda trabajar, en lugar de esperar melancólicamente a que surja “la gran idea”. Recuerde: “listos… fuego… apunten”
“MAPAS MENTALES”
Los mapas mentales no son un enfoque disparatado para gente excéntrica. Los científicos ya han demostrado que nuestro cerebro trabaja de esa manera y cabe pensar que en un futuro quizás no muy lejano se enseñe a nuestros hijos a utilizar este método, considerándolo como una herramienta de uso común, lo mismo que a sus padres se les educó formándoles en las técnicas tradicionales de toma de notas y apuntes.
Decida, pues, ahorrar tiempo y utilice desde ahora la técnica de los mapas mentales como parte de su rutina diaria. Es una forma divertida y tremendamente práctica de registrar y relacionar la información, de planificar y crear. Distíngase del montón utilizando los mapas mentales para aventajarles.
“LEER MÁS RÁPIDO”
Todas las personas se pueden entrenar por su cuenta para leer más rápido. Las técnicas son sencillas, y todo lo que se requiere es tener la motivación suficiente para practicarlas durante un poco de tiempo cada día. De hecho, la mayoría de las personas pueden practicar cuando leen el montón de correspondencia diaria que reciben. Pero también, aun sin aumentar la velocidad de lectura, es posible reducir espectacularmente la cantidad de tiempo destinado a asimilar el material de lectura siendo muy selectivo en su elección, evaluándolo sistemáticamente antes de tomar la decisión de examinarlo detalladamente.
Pero ¡cuidado! No eche a perder una buena pieza literaria leyéndola apresuradamente: pero incluso en ese caso, su velocidad de lectura “lenta”, pero entrenada, seguirá siendo mucho más rápida que la de aquellos que no se han preocupado de ahorrarse unas cuantas horas valiosas cada semana aplicando estas sencillas técnicas.
Piense lo siguiente: ¡el ahorro de tan sólo 15 minutos cada día te aportará en un año el equivalente a las 40 horas de una semana de trabajo!
“LA MEMORIA”
Probablemente nuestra memoria es el activo más infrautilizado de todos los que poseemos y una de las destrezas mentales más fáciles de desarrollar rápidamente, todo lo que se necesita es un poco de entrenamiento y práctica. Dedique sólo unos minutos al día a ir fortaleciendo el músculo de su memoria y podrá conseguir de forma divertida mejorar significativamente su rendimiento.
“CÉNTRESE”
Necesitamos encontrar el modo de cortar de raíz nuestras excusas y meter la “superdirecta”.
La piedra angular para lograr cotas más altas de excelencia estriba en, como dice Steven R. Covey, “poner primero las cosas que son las primeras”. Piense en lo que usted realmente quiere (o tiene) que hacer –usted, en el fondo, sabe lo que es- y comprométase a hacerlo. No ceda ante esa vocecilla omnipresente que intenta que usted lo posponga. Oblíguese a hacerlo, si se ha comprometido con ello, y recompénsese cuando lo haya hecho. Esto contribuirá a aumentar su autoestima, su autoconfianza y el progreso de su carrera profesional. Usted tiene que hacer primero las cosas adecuadas. Pero muy pocos de nosotros lo hacemos.
“METAS Y OBJETIVOS”
Usted no debe subestimar el poder de las metas y objetivos. Aportan dirección y enfoque a su vida y a sus acciones día a día. Sin embargo, es preciso que los escriba literalmente y que los revise a menudo; es la única manera de que su cerebro se convenza de que usted está seriamente comprometido con ellos.
Un estudio de la Universidad de Yale demostró científicamente que la fijación de objetivos funciona. Haga, pues, que funcione también para usted.
La clave estriba en evitar caer en la trampa de ser “pensadores/contemplativos”. En vez de eso, hay que ser “pensadores/actores”. Empiece a actuar desde ahora mismo para iniciar el camino hacia el logro de uno de sus objetivos, y comprométase a disfrutar mientras recorre el camino hacia lograrlo.
Así pues, no se limite a disfrutar por anticipado del logro de sus sueños, diviértase también mientras recorre el camino para conseguirlo. Y, por supuesto, cuando haya conseguido un objetivo, ¡plantéese el logro del siguiente!
“LAS DECISIONES”
Las decisiones que se toman en la vida y en los negocios raramente son correctas o equivocadas. Lo que a menudo es más importante que la propia decisión es cómo se la ve inicialmente, y cómo se llevan a la práctica las acciones necesarias para asegurar un resultado exitoso.
Por otro lado, la inmensa cantidad de datos disponibles actualmente para apoyar nuestras decisiones no siempre nos sirve de ayuda para clarificar los asuntos. Por el contrario, a veces, nos sentimos confundidos por las numerosas facetas que presenta la cuestión que tenemos que analizar.
A fin de cuentas, tendríamos que admitir que las decisiones se toman como si fueran “fotos instantáneas” en el tiempo, el mundo cambia y nosotros tenemos que adaptarnos.
“LAS REUNIONES”
A pesar de la tecnología moderna, las reuniones van a seguir desarrollándose de la manera tradicional siguiendo el guión de que los compañeros o colegas se reúnan para debatir asuntos y oportunidades profesionales, para forjar el espíritu de equipo y comunicarse entre sí.
Las reuniones han llegado a tener tal protagonismo en la vida laboral de tantas personas que nos olvidamos del coste real en tiempo y dinero que implica cada reunión. Y aunque todos sabemos instintivamente lo que contribuye a que una reunión resulte bien, la gran mayoría de nosotros no se atiene en la práctica a las reglas básicas que dictan lo que es conveniente e implican centrarse en lo que hay que tratar.
El trabajo “doméstico” de hacer circular información anticipadamente (y confiar que todos los interesados la hayan leído antes de asistir a la reunión) y de preparar actas que identifiquen con claridad quién está de acuerdo en hacer qué, para cuándo, preparar el terreno para que reunión pueda resultar un éxito. No hay ninguna dificultad en llevar a acabo todo esto, todo lo que se necesita es que la organización haya una buena disciplina, de forma que se considere que las reuniones son una buena plataforma para la toma de decisiones y de impulso, y no un “foro retórico” al que ninguno de los que se reúne en torno a la mesa le ve su utilidad.
“PENSAMIENTO POSITIVO”
Casi todo el mundo está de acuerdo con la filosofía del pensamiento positivo, pero somos pocos los que realmente nos la tomamos en serio y la incorporamos a nuestras vidas. Escuchamos, leemos y asentimos prudentemente, confiando en que el conocimiento vendrá a nosotros por sí solo: ¡no lo hará! Como es habitual, precisa que se actúe, necesita que nosotros optemos por ser positivos y que decidamos cuáles son las cosas que llenarán nuestro día, nuestra semana y el año en curso. Depende de nosotros; podemos escoger nuestras metas, objetivos y sueños y lograr que se realicen dando pequeños pasos cada día, celebrando nuestro propio progreso según vamos avanzando, y disfrutando el momento. O, bien, podemos escoger vivir una vida de emociones negativas.
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